En nuestra
vida, nos planteamos multitud de objetivos. Llega noche vieja y nos
concienciamos para cambiar nuestra vida, este año si que dejaré de
fumar, iré al gimnasio, estudiaré un idioma o cambiaré de trabajo.
Son muchas las intenciones y pocas las que terminan por cumplirse o
al menos por intentar llevarlas a cabo.
Las
personas, tenemos mayor facilidad por comprender y recordar un dibujo
que un texto. Un cuadro con tu orla de final de carrera te recuerda
que finalizaste tus estudios con una mirada rápida y por tanto de
mejor manera que un texto que tendrías que leer, así como también
te acuerdas de tus vacaciones en la foto de las pirámides de Egipto
y nadie tiene pegado el articulo de la Wikipedia en la pared de su
casa.
Por tanto,
sería una buena idea dibujar tus objetivos (al igual que lo podemos
hacer con los problemas) para tenerlos presente e intentar llevarlos
a cabo.