En el día
de hoy, vamos a explicar la experiencia que he tenido (junto a otros
compañeros) en un taller de la compañía tecnológica y de
consultaría Everis cuyo nombre es “comunicación interpersonal”
es decir, como tratar con las personas que te rodean de acuerdo a su
forma de ser y sus estilos de comportamiento que nos permitan adaptar
nuestro lenguaje.
Lo primero
que debemos tener en cuenta es que la comunicación no solo es
verbal, sino que en muchas ocasiones influye en gran medida la parte
no verbal, en la que se encuentra el tono de voz, mirada, actitud,
gestos, movimiento corporal o silencios controlados. Si solo
controlamos una de las dos partes (por ejemplo la verbal) rápidamente
se nos valorará, probablemente de forma negativa en base a los
prejuicios que todos tenemos.
Otro de los
puntos que se trató fue como hablar en público y no sufrir en el
intento. Es muy común que lo pasemos mal hablando ante una
audiencia, aunque no con nuestro entorno. Algunos consejos
interesantes son: involucrar al resto, utilizar anécdotas, preguntas
retóricas, citas, palabras visuales, mostrar gráficos y cambiar el
volumen de tu presentación. Todas estas ideas, tienen la intención
de mantener la atención del público y tener éxito en tu
exposición.
La parte más larga de las dos sesiones fue para comentar distintas habilidades y herramientas para comunicarse positivamente.
Test DISC
Se comenzó
con el test DISC que permite tanto reflexionar sobre nuestro
comportamiento y por tanto conocernos, como identificar nuestro
entorno y aprovecharlo para adecuar nuestro estilo comunicativo a la
situación.
Separa a las
personas según dos ejes: extrovertido, introvertido o racional,
emocional y según tu posición en el eje puedes ser dominante (quien
toma decisiones), influyente (quien positivamente interactúa con el
entorno), estable (modestos, prudentes, pacientes y persistentes) o
concienzudos (organizados, focalizados y enemigos de las presiones).
La teoría
de los seis sombreros.
Se trata de una teoría desarrollada por el
psicólogo maltés Edward de Bono en 1985, en el que se expone
una metodología para toma de decisiones en grupo, por tanto, a
diferencia del test DISC que te muestra tu comportamiento innato, en
este caso se puede adecuar (el sombrero) a la situación en la que
estés inmiscuido.
Los sombreros que se
introdujeron son: blanco (utiliza hechos, números y datos), rojo
(emociones y sentimientos), negro (juicios negativos), amarillo
(críticas positivas o constructivas), verde (creatividad), azul
(organiza el pensamiento, propone a otras personas). De nuevo, según
la situación será conveniente el uso de uno u otro sombrero.
Asertividad
En nuestras relaciones
con otras personas, podemos mantener distintos perfiles:
- Un perfil pasivo (aquellas personas que mantienen un volumen bajo, son inseguras, no dicen aquello que opinan o sienten, se sienten culpables, bajos de autoestima etc).
- Un perfil agresivo (al contrario del perfil pasivo, encontramos volumen de voz alto, personas retadoras, piensan solo en ellas, todo es ganar o perder, pero sin embargo también se sienten solos, con ansiedad, enfadados, y con baja autoestima).
Como podemos ver, ninguno
de los dos perfiles nos hará bien a nuestros sentimientos, ni a
nuestras relaciones interpersonales. Por tanto lo más adecuado es
utilizar el perfil que se encuentra entre los dos anteriores.
- Las personas asertivas (aquellas que hablan fluido y seguro, con contacto visual pero no desafiante, honestos y positivos, conocen a su entorno tanto como así mismos y no se sienten ni superiores ni inferiores, por ello tienen buena autoestima.
Por último se habló de
las técnicas para convencer a la persona (o grupo) con la que te
estás relacionando. Mientras la coacción (obligar a una persona
mediante violencia) y la manipulación (fingir, convencer sobre lo
que tu quieres) son técnicas negativas, podemos utilizar la
persuasión que no es más que convencer mediante el uso racional y
la argumentación.
En conclusión, se trato
de una charla de dos sesiones muy completa en la que hemos aprendido
muchos conceptos y técnicas que no conocíamos y afianzado las que
ya habíamos visto en alguna ocasión.
Es siempre una buena idea
(que por tanto merece ser tenido en cuenta) contar con la presencia
de algún experto (aún mejor en tu terreno de estudio, en mi caso
tecnología) que te ayude a mejorar tus habilidades de softskills,
tanto las personales como las interpersonales.
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