domingo, 28 de febrero de 2016

Coaching

El coaching es un método que consiste en una persona que entrena a otra (es por tanto individual) con el objetivo de conseguir una meta o el desarrollo de habilidades sin necesidad de decirte aquello que debes hacer, ni criticar lo que haces, sino ayudándote a construir una visión gracias a tus propias ideas desde el presente al futuro.

Una vez conocido el significado de coaching se pueden proponer distintas actividades que se pueden hacer con un compañero/a y otras individuales para tu desarrollo personal.




¿Cómo cambiar un aspecto negativo?

Es muy común que nos juzguemos por aspectos negativos de nuestra vida y que estos no nos permitan desarrollarnos o nos bloqueen. Algunos ejemplos bien conocidos son la capacidad para aceptar críticas, para decir que no o para concentrarse, todos esos casos pueden causarte graves perjuicios a largo plazo y conviene solucionarlos.

Para ello es una buena idea centrarse en uno de esos casos y pensar en aquellas ocasiones en las que lo hiciste bien. Por ejemplo esa asignatura en la que si te concentrabas y mejoraste tu media o aquella vez que aceptaste una crítica y mejoraste ampliamente por escuchar a la otra persona. Para que algo que normalmente haces mal lo hicieras bien en esa ocasión, se dieron una serie de condiciones o te comportaste de manera diferente, piensa en ello y a la próxima vez aplica lo aprendido.



¿En que me puede ayudar un ancla?

Los recuerdos agradables nos hacen sentir bien y relajarnos. En muchas ocasiones conviene recordar aquella vez que hablaste en público y tuviste éxito para evitar ponerte nervioso y hablar en esta ocasión tan bien como en la anterior.

Un ancla mental o anclaje es precisamente una forma de pensar en ese momento positivo. Para ello lo primero que se debe hacer es reflexionar acerca de lo que quieres sentir, para elegir el momento preciso, además un anclaje sin estar relativamente relajado no servirá para nada, así que mejor comenzamos por tranquilizarnos. A partir de ahí comienza el proceso de anclaje, utilizaremos algo que nos recuerde esa situación (una colonia, una prenda de ropa, un bolígrafo, una canción...) que será identificado por uno de nuestros sentidos.

Los anclajes no son la panacea y por tanto deben ser puestos a prueba porque pueden o no funcionar (según persona o situación). Además hay que hacer un uso con moderación, de lo contrario se convertirá en una superstición y cuando no cuentes con esa ancla tendrás un grave problema.



El juego de las preguntas

Por último confecciona unas cartas cuyos valores serán los adverbios interrogativos (cómo, cuándo, dónde y por qué), reúnete con otro compañero dispuesto a realizar la actividad que consistirá en preguntar sobre un tema específico (ej: ¿Por qué estás cansado?) utilizando las cartas y encaminar la conversación con la intención de averiguar el origen del problema.

El tono del juego siempre debe ser amable, sin criticar al compañero y esperando que sea él mismo quien solucione el problema, de lo contrario en lugar de ayudar le harás sentir mal. Si realizas correctamente este ejercicio conseguirás ser el coach de tu compañero.

En conclusión se trata de una buena idea para conocerse mejor y aprender de uno mismo solucionando pequeños problemas que pueden llegar a causar grandes molestias. Sin embargo no debe ser la técnica utiliza cuando se trata de personas con trastornos de importancia.


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